Niños y medios
El viernes pasado —día de San Pedro y San Pablo y gracias a lo cual gozamos del añorado feriado del lunes— se celebraron las 41ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En esta versión el tema a tratar fue propuesto por el mismo Papa Benedicto XVI, “Los niños y los medios de comunicación social: un reto para la educación”.
Y es que los más pequeños están siendo “educados” por los mass media. En los estratos más pobres de Chile y en los países más desarrollados, donde las nanas son un lujo inalcanzable, la TV se ha convertido en la “empleada” del Siglo XXI. Ésta mantiene a los niños felices, los tranquiliza y hasta les enseña de nuevas culturas, países y religiones. Nada muy distinto a lo que hacía Robotina en los Supersónicos (hay que destacar cuán visionarios fueron los socios Hanna-Barbera cuando en plena década de los 80 predijeron la realidad que hoy viven millares de niños en todos los continentes).
Por otro lado, nadie maneja mejor las nuevas tecnologías como los más chicos. Y es que es sorprendente ver como un “enano” de escasos 3 años, que ni siquiera sabe leer, tiene la capacidad de asociar íconos, de manejar el “mouse” con la mejor de las motricidades y navegar por Internet.
Además, estos niños no conciben el mundo sin el cuarto poder, y están más que acostumbrados a escuchar la radio como música de fondo; a ver guerras, atentados y desastres naturales casi en directo; a que sus ídolos aparezcan una y otra vez en el cine, los diarios, la televisión y las revistas; y a opinar de igual a igual con los adultos sobre los temas más candentes del acontecer nacional y mundial.
Paralelamente, en casi todos los colegios se está insertando la prensa escrita a las salas de clases, para que leer el diario no sea un hábito adquirido (como se nos dijo a nosotros en su momento), sino que una necesidad de cada día.
He ahí la preocupación de Benedicto… ¿Han entendido los medios la responsabilidad que asumen? ¿Quién controla a quién? ¿Son los niños capaces de dimensionar y procesar lo que como “aguja hipodérmica” reciben cada día a través de los medios?¿Quién está educando a nuestros niños?
Y es que los más pequeños están siendo “educados” por los mass media. En los estratos más pobres de Chile y en los países más desarrollados, donde las nanas son un lujo inalcanzable, la TV se ha convertido en la “empleada” del Siglo XXI. Ésta mantiene a los niños felices, los tranquiliza y hasta les enseña de nuevas culturas, países y religiones. Nada muy distinto a lo que hacía Robotina en los Supersónicos (hay que destacar cuán visionarios fueron los socios Hanna-Barbera cuando en plena década de los 80 predijeron la realidad que hoy viven millares de niños en todos los continentes).Por otro lado, nadie maneja mejor las nuevas tecnologías como los más chicos. Y es que es sorprendente ver como un “enano” de escasos 3 años, que ni siquiera sabe leer, tiene la capacidad de asociar íconos, de manejar el “mouse” con la mejor de las motricidades y navegar por Internet.
Además, estos niños no conciben el mundo sin el cuarto poder, y están más que acostumbrados a escuchar la radio como música de fondo; a ver guerras, atentados y desastres naturales casi en directo; a que sus ídolos aparezcan una y otra vez en el cine, los diarios, la televisión y las revistas; y a opinar de igual a igual con los adultos sobre los temas más candentes del acontecer nacional y mundial.
Paralelamente, en casi todos los colegios se está insertando la prensa escrita a las salas de clases, para que leer el diario no sea un hábito adquirido (como se nos dijo a nosotros en su momento), sino que una necesidad de cada día.He ahí la preocupación de Benedicto… ¿Han entendido los medios la responsabilidad que asumen? ¿Quién controla a quién? ¿Son los niños capaces de dimensionar y procesar lo que como “aguja hipodérmica” reciben cada día a través de los medios?¿Quién está educando a nuestros niños?
publicadas por Sunti @ 4:31 p. m.
1 Comentarios
1 Comentarios:
No sé si estoy de acuerdo con que leer el diario cada santo día de la vida sea una necesidad. Hay tanta información inútil ahí, yo creo que debería haber un colador.
Además, creo que importa más la calidad y el modo que la cantidad o los recursos. Como bien dice el chiste ese del gásfiter que cobra una millonada por arreglar un tubo a punto de explotar, cosa ante la cual el que paga protesta pidiendo una explicación detallada, y recibe una cuenta que dice: "golpe: $100, saber dónde golpear: $ 999.900, un chiste que para variar tiene mucho de realidad.
Si andamos tan buscando constantemente información sobre y todo y nada, ¿no terminamos acaso al final perdiendo la vida simple? Creo que tanta tecnología, celular y medios al final le quitan la privacidad y la tranquilidad mental a las personas, por estas creer que si no se desconectan queda fuera de toda realidad porque, claro, la conciencia colectiva actúa como si fuese así.
Mala opción, opino, enseñar a los cabros chicos a depender de esto. Creo que la cultura debería ser para las personas, no las personas para la cultura.
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