miércoles, septiembre 20, 2006

La triste realidad del transporte chileno

El pasado 17 de mayo, 52 personas que viajaban desde Villa Alemana hacia Talcachuano cayeron al río Tinguiririca, 26 de ellas murieron, de las restantes muchas resultaron heridas. La causa: el conductor sufrió un infarto al miocardio por mero cansancio. Éste (que lamentablemente tuvo la peor de las suertes) llevaba seis días trabajando sin parar y, producto del agotamiento, perdió el control del vehículo. Sus pasajeros -personas absolutamente inocentes- fueron víctima de un sistema de transportes que no sólo es el monopolio del traslado inter-regional de Chile, sino que no pone ningún tipo de límites de jornada laboral para sus conductores, ni respeta los tiempos necesarios de descansos establecidos por la ley.

Según el artículo 25 del Código del Trabajo, “en ningún caso el chofer de la locomoción colectiva inter-urbana podrá manejar más de cinco horas continuas, después de las cuales deberá tener un descanso cuya duración mínima será de dos horas". Sin embargo, muchos buses inter-urbanos están lejos de cumplir esta normativa.

A partir de la entrada en vigencia del nuevo sistema automatizado de registro de asistencia para funcionarios de buses y vehículos de transporte, en enero del 2006, la inspección del trabajo ha realizado un sinnúmero de fiscalizaciones, a fin de determinar si se está o no cumpliendo con esta normativa. Hasta la fecha se han fiscalizado 1.495 buses, de los cuales 1.481 no tenían implementado el mencionado registro. Para ellos se cursaron multas por más de $1.266 millones de pesos. Aún así, los buses siguen burlando todo tipo de normativa. Pareciera que se olvidan de que lo que transportan son vidas humanas.

Este fin de semana tuve la suerte de celebrar fiestas patrias en un lago de la IX Región. Lamentablemente no tuve otra opción para devolverme que un “Cóndor Bus” que partía de Cunco, el martes 19 de septiembre a las 21:00 horas, directo a Santiago. Cómo no suelo viajar en este medio de transporte, mi primera sorpresa la tuve cuando me di cuenta de que ningún asiento tenía cinturón de seguridad, ni siquiera el del chofer. Inconcebible, sobre todo considerando que más de una hora de trecho era por camino de tierra.

Pero el impacto continuó. Más de nueve personas, angustiadas por no encontrar pasaje, se conformaron con viajar de pie en el pasillo del bus. Sí, tal como en cualquier micro de Santiago, pero con la diferencia de que estuvieron ahí por más de dos horas (hasta Temuco), apiñadas y equilibrándose apenas por la inestabilidad del camino.

Y el viaje siguió literalmente “de terror”. La hora de llegada estaba estimada para las 06:30 A.M. y llegamos a destino alrededor de las 05:15 A.M. Cabe preguntarse a cuánto se vino el chofer, si supuestamente el límite para los buses es de 100 kilómetros por hora y a la ida me demoré casi 10 horas en un auto que se fue a 120. Además, al parecer el Sr. Conductor tenía ancestros ingleses, porque se vino todo el camino por la pista de la izquierda. También, a la altura de Curicó estuvimos cerca de tener un accidente, con un esquivo bastante brusco que efectuó el chofer quién sabe a qué… todo eso sin mencionar que el artículo 25 jamás fue respetado y el chofer viajó mucho más de 5 horas continuas.

Lo peor es que nunca supe en qué terminó todo: el bus seguía camino a Valparaíso y Viña y yo al menos lo vi partir sin siquiera un amague de reemplazar a los funcionarios…

viernes, septiembre 15, 2006

Una gran pérdida

Como todos saben, hoy se murió Oriana Fallaci. En Florencia, su tierra natal, esta periodista dio su último respiro, invadida por un maldito cáncer y tras tres años de una dolorosa agonía. ¡Qué injusto! no es manera para el mundo se despida de una mujer tan destacada…

Oriana se fue a los 77 años, después de haber vivido como la gurú del acontecer noticioso, de haber construido realidades desde las trincheras, de haber demostrado que las mujeres también tienen un espacio en los conflictos. Primero uniéndose a la resistencia armada contra la ocupación nazi en su Toscana natal, luego como corresponsal de guerra en diversos puntos del planeta, incluyendo Latinoamérica. Finalmente materializó todo lo aprendido en sus destacadas entrevistas, donde indagó y cuestionó las diversas aristas del quehacer político mundial. Democrático o no, de derecha o de izquierda, popular o totalitario… siempre tuvo algo que decir, siempre tuvo una opinión y siempre fue capaz de dar una segunda lectura al común análisis de los medios.

El primer libro que leí en la facultad de periodismo fue “Entrevista con la historia”, precisamente escrito por ella. En él, Fallaci, expuso diferentes entrevistas a destacados personajes políticos -entre ellos, Yaser Arafat, Indira Gandhi y Golda Meir- los que de alguna manera retratan cómo fue el panorama bélico y gubernamental entre los años 1960 y 1970.

Aunque no comparto muchas de las ideologías de esta revolucionaria mujer, para una aspirante a reportera (como era yo cuando escuché por primera vez de ella) no sólo su gran inteligencia y olfato periodístico, me motivaron a creerme el cuento. La pasión frente a la noticia, a conocer causas y efectos del comportamiento social, a ser la herramienta y pluma para que el lector se aproximara a la actualidad, fueron un motor para seguir adelante, una suerte de ejemplo que materializaban lo que yo sentía en mis ansias por ser periodista, única carrera a la que postulé después del colegio y campo de acción donde feliz y orgullosamente me desenvuelvo como profesional por estos días.

A
diós Oriana. Nos conoceremos algún día haciendo entrevistas. Tú a los cientos de personajes que te deben estar acompañando y yo… a ti misma, tal cómo en tu último libro “Oriana Fallacientrevista a Oriana Fallaci ”.

miércoles, septiembre 13, 2006

Filosofía Blogera

Hay quienes sostienen que los blogs son una suerte de vitrina, donde la gente pone sus emociones, vivencias y demases porque inevitablemente ha crecido en nosotros -vale decir en los individuos mediatizados del tercer milenio- la necesidad de hiperventilar nuestro ser interno. Algo así como halagar nuestro ego, mirándonos el ombligo y, lo “mejor de todo”, entregando espacio para que personas absolutamente ajenas también alimenten ese sentimiento narcisista.

Según Pepe Cervera, un connotado periodista español ex-director del diario 20 Minutos y webloger del diario El Mundo de España, el fenómeno del blog es una suerte de columna de opinión mezclada con revista de prensa, donde las personas “juegan a ser” sus propios editores. Cervera sostiene que la proliferación desmedida de los blogs se debe principalmente “a que la gente encontró un método sencillo de publicar en la Red” (ver entrevista en http://www.alzado.org/articulo.php?id_art=365). Y es justamente a eso a lo que quiero apuntar…

La Computación e Internet son una realidad que, como hemos visto, avanza a pasos agigantados, y que tarde o temprano van a intervenir cada ámbito de la vida misma, lo queramos o no. No por nada Nicholas Negroponte ideó un laptop para niños que sólo costará 100 dólares. Y es que la tecnología ya no es un lujo para los más educados o para optimizar y sostener la productividad de las grande fábricas y empresas. La tecnología es una necesidad, que está uniendo al mundo, expandiendo fronteras territoriales y homogenizando culturas y costumbres. Así, no es raro ver que un niño de Japón que disfrute con los mismos programas de TV que uno de Argentina o encontrar el exacto par de pantalones en una tienda Levi´s de Atenas o de Miami.

Volviendo al ambiente de la blogósfera, mi humilde opinión es que éste es una nueva manera de construir realidades y de sociabilizar con situaciones impropias. A través de la globalización (muy malinterpretada, atacada y subvalorada, dicho sea de paso), los miles de autores de este soporte estamos logrando construir identidades, donde controlamos nuestro universo y lo qué hay en él. Dónde decidimos de qué queremos informarnos, qué es lo que pretendemos dar a conocer y, paradójicamente, cómo ambicionamos que sean las opiniones de la gente. Comunicación persuasiva pura y dura…pero que mutó. Viajó de las bibliotecas, de los libros, de las salas de clases y de los profesores más avezados, a la calle, a los patios universitarios, a los vecindarios, a los bares… a las casas y oficinas de de simples “usuarios”.

martes, septiembre 12, 2006

La Felicidad

Aunque probablemente hay muchas opiniones, conceptos, escritos y filosofías la respecto, durante el último tiempo me he dado cuenta de que la felicidad no es más que un montón de hechos que te ayudan a estar más conforme, más segura de ti misma y más abierta a asombrarte con los miles de regalos que diariamente te entrega la vida.

Ayer, después de un tiempo bastante raro y algo largo, me volví a juntar con esa buena amiga, que veo poco, que admiro mucho y que cada vez que estoy con ella me siento absolutamente acogida, entendida y conocida. Es decir, como en familia. ¡Y es que la familia es la fuente propia de la felicidad!

Gracias a esta amiga es que me animé a empezar con este blog. Ella es una especie de “pionera” en el tema… de hecho, ha ganado premios, ha sido citada en cientos de páginas, pertenece a una suerte de logia bloggera femenina y tiene muchísimas visitas diarias. De más esta decir que es una excelente escritora, con una capacidad admirable de análisis y de entender lo esencial del comportamiento de las personas. En fin, una muy buena futura periodista. (www.galgata.blogspot.com)

Y, a pesar de que fue corta, nuestra junta fue intensa. Con la maravillosa facultad de poder hablar cosas absolutamente diferentes, en frecuencias cambiadas y entendernos 100% cada idea. Y hoy estoy contenta. Feliz de ver que mi amiga está empezando con un muy buen periodo. Con un repunte en su vida familiar y entendiendo cosas de ella, que hace un mes le parecían imposibles.
¡Qué cerca esta la alegría y que ciegos somos a veces de no poder ver los regalos que te hace la vida!

jueves, septiembre 07, 2006

Ha nacido un nuevo Blog

Qué mejor manera de empezar un blog que diciendo ¡Hola!
Siempre he sido fanática de este tipo de "medio de comunicación", pero nunca lo suficientemente valiente, ordenada y constante para empezar uno.
Ojalá aquí lo logre...